Los gérmenes son parásitos y pueden vivir en el cuerpo de tu bebé durante mucho tiempo, desde unos días hasta años. Infectan las células rápidamente y extraen su energía para vivir. Los gérmenes producen unos deshechos llamados toxinas, que son las que producen los síntomas de las diferentes enfermedades de las que pueden ser causantes estos microorganismos.
Los bebés no son capaces muchas veces de luchar contra los gérmenes ya que su sistema inmunitario no está completamente desarrollado, sobre todo en los menores de 6 meses y los bebés de riesgo, que pueden ser contagiados de forma más fácil y las enfermedades que desarrollen a partir del contagio pueden llegar a convertirse en graves. Por ello, se debe evitar el posible contacto de los bebés con los gérmenes lo máximo posible. Un pediatra alergólogo es el experto en el diagnostico y tratamiento de las alergias, asma y enfermedades relacionadas con el sistema de defensa y podrá brindarte indicaciones sobre la correcta salud de tu bebé.
Existen medidas que los padres deben tomar para evitar que sus bebés se infecten con algún tipo de germen:
- Medidas higiénicas y de limpieza como lavarse las manos cuando se está en contacto con el bebé, cuando se prepara su comida o cuando se cambia de pañal, taparse la boca al toser o estornudar, mantener limpias y desinfectadas las superficies con las que está en contacto el bebé, limpiar sus juguetes, lavar bien su ropa con un jabón neutro, utilizar material de higiene y alimentación distinto al del resto de la familia o utilizar pañuelos desechables.
- Mantener alejadas a las personas con resfriados o enfermedades que puedan contagiar al bebé.
- La alimentación a base de leche materna es beneficiosa para la salud del niño porque proporciona anticuerpos para poder combatir los gérmenes que penetren en su organismo.
- Procurar no estar mucho tiempo en espacios cerrados y sin ventilación o en ambientes muy fríos o cargados.
- No exponer a los niños al humo del tabaco porque debilita las mucosas facilitando la entrada de virus.
- Para los bebés en riesgo, evitar llevarlos a la guardería antes de cumplir un año puesto que es el lugar donde más facilidad tienen los bebés de ser contagiados.
Es imposible evitar por completo el contagio de gérmenes, sin embargo, todas estas medidas, sumadas a las vacunas recomendadas por los médicos, contribuyen a reducir el riesgo de infección.
También existen tratamientos preventivos para evitar el contagio de virus como el Virus Respiratorio Sincitial, recomendados a lactantes y bebés con enfermedades respiratorias, cardiopatías congénitas, con síndrome de Down o prematuros. Cuando un bebé presenta síntomas de enfermedad por el contagio de algún germen (fiebre, exceso de mucosidad, falta de apetito, vómitos, diarrea o inflamaciones), se debe acudir inmediatamente al pediatra para que se le pueda aplicar un tratamiento adecuado a la enfermedad que tenga.
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