La visión de los niños, al igual que en otro tipo de problemas relacionados con la salud, va evolucionando con el tiempo. Es por esto por lo que la prevención es lo más importante para cuidar la vista de nuestros niños, y para ello, es importante saber detectar los defectos visuales y, en todo caso, acudir a tu clínica de oftalmología de confianza para pedir un diagnóstico.

¿CUÁNDO DEBE HACER UNA VISITA A SU CLÍNICA DE OFTALMOLOGÍA?

Como ya hemos dicho, la revisión de la vista de los niños debe de ser un proceso constante en el tiempo, porque más vale prevenir que curar. En cualquier caso, la visita al oftalmólogo es más importante aún si los padres o algún familiar cercano ha sufrido algún defecto visual.

Nada más nacer, se recomienda que el bebé haga su primera revisión durante el primer mes de vida, con el que podamos descartar problemas oculares y malformaciones.

Más tarde, entre los 6-7 meses de edad el niño debería volver a la clínica de oftalmología para diagnosticar si tiene estrabismo, del que hablaremos en el último apartado del artículo.

Cuando el niño llegue a cumplir los 18 meses, tendrá que acudir a su clínica de oftalmología pediátrica para comprobar si el niño sufre algún defecto refractivo.

Y ya por último, y pasados este primer año y medio de su vida, el niño tendrá que acudir al oftalmólogo cada 2 añospara una revisión ocular para comprobar el correcto desarrollo del niño.

Aun así, siempre será más que recomendable que siga las instrucciones de su oftalmólogo para hacer el seguimiento de la visión del niño.

¿CÓMO DETECTAR LOS PROBLEMAS OCULARES EN LOS NIÑOS?

Los niños que nacen con problemas oculares, suelen creer que el resto de niños ven igual que él, por lo que resulta muy difícil que sea el niño el que nos diga lo que le pasa. Aun así, existen distintos comportamientos que con solo fijarnos puede bastar para detectar sus problemas de visión, con los que percatarnos de que es recomendable pasarse por su clínica de oftalmología.

Durante los primeros años de edad:

  • Tiene dificultad para enfocar la mirada, o no te mira a los ojos.
  • Sensibilidad extrema a la luz (fotofobia).
  • Hace movimientos extraños con los ojos o le tiemblan.
  • Se frota con frecuencia los ojos.

Durante los 3 a los 6 años de edad:

  • Se acerca mucho o se aleja del televisor o al papel.
  • Entrecierra los ojos para enfocar mejor.
  • Tiene dolores de cabeza cuando lee o se le cansan los ojos.
  • Confunde las letras o las palabras y tiene problemas para ver la pizarra.
  • Mala comprensión lectora.

Si has notado que tu hijo presenta alguno de estos problemas, le recomendamos que haga una visita a su clínica de oftalmología para que haga un diagnóstico y salga de dudas.