Los problemas auditivos, cuando son detectados a tiempo, puede ser tratados correctamente, permitiéndole a las personas llevar una vida normal y relacionada al mundo de los sonidos. Gracias a soluciones como el implante coclear, los pacientes con pérdida auditiva tienen opciones para conectarse al mundo desde pequeños.
Las estadísticas en relación con este tema son muy preocupantes. Hoy en día es una realidad que en México el defecto congénito más frecuente es la sordera, ya que por cada 1,000 nacimientos de 1 a 3 niños padecen sordera profunda, lo que representa entre 2 y 6 mil niños al año. Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), al menos la mitad de estos casos pudo haberse prevenido con un diagnóstico a tiempo.
Y aunque se ha avanzado en el camino de la concientización de la prevención de la sordera gracias a que activistas, asociaciones y organizaciones han revelado y puesto de manifiesto el problema frente a la opinión pública, existe un profundo desconocimiento sobre el tema en nuestro país. De acuerdo a la OMS, la sordera puede ser fácilmente detectada en los niños recién nacidos a través del tamiz auditivo, una sencilla prueba que se hace al momento de nacer, y que puede marcar la diferencia al ofrecerle a los infantes el tratamiento adecuado y a tiempo en caso de que presente alguna manifestación relacionada con la hipoacusia.
Actualmente en México se realizan esfuerzos para ayudar a la niñez con sordera de profunda a moderada, pero no son suficientes, ya que la tecnología para el tamiz auditivo existe sólo en hospitales con una alta tasa de nacimientos, lo que reduce su campo de ayuda a sólo 400 centros en el país. Es por ello que las asociaciones relacionadas con la prevención y el tratamiento de la sordera juegan un papel muy valioso al ayudar a propagar el mensaje de la detección temprana de la hipoacusia, impulsando a los padres de familia a que soliciten esta prueba para sus recién nacidos.
Una vez realizada la prueba de tamiz auditivo es primordial consultar a un experto quepueda presentarles a los padres todas las opciones con las que cuentan para tratar la condición de su hijo, y así tomar la decisión adecuada de tratamiento para su necesidad específica.
Dentro de las alternativas está el implante coclear, un dispositivo médico electrónico que sustituye la función del oído interno dañado. Al contrario que las prótesis auditivas que amplifican el sonido, los implantes cocleares realizan el trabajo de las partes dañadas del oído interno (cóclea) para proporcionar señales sonoras que el cerebro interpreta, permitiéndole al paciente disfrutar de los sonidos.
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