¿Qué tan común es el cáncer en los niños?
Aunque el cáncer en los niños es poco frecuente, aun así es la causa principal de muerte por enfermedad después de la infancia entre los niños en Estados Unidos. En 2014, se calcula que 15 780 niños y adolescentes con edades entre 0 y 19 años recibirán un diagnóstico de cáncer y 1960 morirán a causa de la enfermedad en Estados Unidos.
Los tipos más comunes de cáncer diagnosticados en niños y adolescentes son la leucemia, los tumores del cerebro y otros tumores del sistema nervioso central, el linfoma, rabdomiosarcoma, neuroblastoma, tumor de Wilms, cáncer de hueso y tumores de células germinativas gonadales (de testículo y de ovario).
Hasta el 1 de enero de 2010, había cerca de 380 000 supervivientes de cánceres infantiles y de la adolescencia con vida (diagnosticados entre 0 y 19 años de edad) en Estados Unidos. La cifra de supervivientes seguirá en aumento dado que la incidencia de cánceres infantiles ha aumentado levemente en las últimas décadas y que los índices de supervivencia general están mejorando.
¿Cuál es el pronóstico para los niños con cáncer?
El pronóstico general para los niños con cáncer ha mejorado ampliamente en la última mitad de siglo. En 1975, solo cerca de 50 por ciento de niños diagnosticados con cáncer antes de los 20 años de edad sobrevivían al menos 5 años . En el período de 2004 a 2010, más de 80 por ciento de los niños diagnosticados con cáncer antes de los 20 años de edad sobrevivían al menos 5 años.
A pesar de que los índices de supervivencia de la mayoría de los cánceres infantiles han mejorado en las últimas décadas, la mejoría ha sido especialmente notable en ciertos tipos de cáncer, en particular, la leucemia linfoblástica aguda, que es el tipo más común de cáncer en los niños. La puesta en práctica de mejores tratamientos a principios de la década de los setenta aumentó el índice de supervivencia a 5 años para la leucemia linfoblástica aguda, que pasó de menos de 10 por ciento en la década de los sesenta a cerca de 90 por ciento en el período de 2003 a 2009. Los índices de supervivencia del linfoma no Hodgkin infantil también han aumentado significativamente, de menos de 50 por ciento a finales de 1970 a 85 por ciento entre 2003 y 2009.
En comparación, los índices de supervivencia se mantienen bajos para ciertos tipos de cáncer en algunos grupos de edad, y para algunos cánceres en una localización específica. Por ejemplo, la mediana de supervivencia de los niños con glioma pontino intrínseco difuso (un tipo de tumor cerebral) es menos de 1 año a partir del diagnóstico . Entre los niños con tumor de Wilms (un tipo de cáncer de riñón), los niños mayores (aquellos diagnosticados entre los 10 y los 16 años de edad) tienen peores índices de supervivencia a 5 años que los niños más jóvenes . En el caso de los sarcomas de tejido blando, los índices de supervivencia a 5 años en niños y adolescentes de 0 a 19 años de edad varían entre 64 por ciento (para el rabdomiosarcoma) y 72 por ciento (para el sarcoma de Ewing) . Y los índices de supervivencia a 5 años de los cánceres del sistema nervioso central oscilan entre 70 por ciento (para el meduloblastoma) y 85 por ciento (para el astrocitoma) .
El índice de mortalidad por cáncerel número de muertes debidas al cáncer por cada 100 000 personas por añoentre niños de 0 a 19 años de edad disminuyó en más de 50 por ciento entre el período de 1975 a 1977 y el período de 2007 a 2010 . En forma más específica, el índice de mortalidad era ligeramente mayor que 5 por cada 100 000 niños en 1975 y fue de cerca de 2,3 por cada 100 000 niños en 2010. No obstante, a pesar de la disminución general de la mortalidad, aproximadamente 2000 niños mueren por cáncer cada año en Estados Unidos, lo cual indica que se necesitan nuevos avances e investigación continua para identificar tratamientos eficaces que reduzcan aún más la mortalidad del cáncer infantil.
No se conocen cuáles son las causas de la mayoría de los cánceres infantiles. Cerca de 5 por ciento de todos los cánceres en los niños son causados por una mutación hereditaria (una mutación genética que puede transmitirse de padres a hijos). Por ejemplo, 25 a 30 por ciento de los casos de retinoblastoma, un tipo de cáncer del ojo que se presenta principalmente en los niños, son causados por una mutación hereditaria en un gen llamado RB1 . Sin embargo, el retinoblastoma solo representa el 3 por ciento de todos los cancéres en los niños. Las mutaciones hereditarias asociadas con ciertos síndromes familiares, como el síndrome de Li-Fraumeni, el síndrome de Beckwith-Wiedemann, la anemia de Fanconi, el síndrome de Noonan y el síndrome de von Hippel-Lindau, también aumentan el riesgo de cáncer infantil.
Las mutaciones genéticas que causan cáncer también pueden presentarse durante el desarrollo del feto en la matriz. Por ejemplo, uno de cada 100 niños nace con una anomalía genética que aumenta el riesgo de padecer leucemia, aunque solo un niño de 8000 con esa anomalía llega realmente a tener la enfermedad .
Los niños con síndrome de Down, una afección genética causada por la presencia de una copia adicional del cromosoma 21, tienen entre 10 y 20 veces más probabilidad de padecer leucemia que los niños que no tienen este síndrome . No obstante, solo una muy pequeña proporción de leucemia infantil está asociada al síndrome de Down.
Se piensa que la mayoría de los cánceres en los niños, así como en los adultos, surgen como resultado de mutaciones en genes que causan un crecimiento celular descontrolado y por último cáncer. En los adultos, estas mutaciones genéticas son a menudo el resultado de la exposición a factores ambientales, como el humo del cigarrillo, el asbesto (amianto) y la radiación ultravioleta del sol. Sin embargo, ha sido difícil identificar las causas del cáncer infantil, debido en parte a que el cáncer en los niños es poco frecuente, y a que es difícil determinar si el niño pudo haber estado expuesto temprano en su desarrollo.
Muchos estudios han mostrado que la exposición a la radiación ionizante puede dañar el ADN, lo cual puede causar la aparición de la leucemia infantil y posiblemente de otros tipos de cáncer. Por ejemplo, los niños y adolescentes que estuvieron expuestos a la radiación generada por las detonaciones de las bombas atómicas durante la Segunda Guerra Mundial tenían un riesgo elevado de padecer leucemia , y los niños y adultos expuestos a la radiación causada por los accidentes en plantas nucleares tenían un riesgo elevado de cáncer de tiroides . Los niños cuyas madres se hicieron exámenes con rayos X durante el embarazo (es decir, los niños expuestos antes del nacimiento) y los niños expuestos después del nacimiento a la radiación diagnóstica médica a través de tomografías computarizadas también tienen un mayor riesgo de algunos tipos de cáncer .
Los estudios realizados hasta ahora sobre otros posibles factores de riesgo ambientales, como la exposición de los padres a sustancias químicas causantes de cáncer, la exposición prenatal a pesticidas, la exposición en la infancia a agentes infecciosos comunes y vivir cerca de una planta nuclear de electricidad han tenido resultados mixtos. Mientras que algunos estudios han mostrado asociaciones entre estos factores y el riesgo de algunos tipos de cáncer en los niños, otros estudios no han encontrado dichas asociaciones. No se han observado riesgos mayores de cáncer en los niños de pacientes tratados por cáncer esporádico (un cáncer que no ha sido causado por una mutación hereditaria).
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