OFTALMÓLOGOS PEDIATRAS EN MÉRIDA
En este Portal de oftalmólogo pediatras en Mérida encontrara varias alternativas para el cuidado de sus pequeños. Contar con un buen oftalmólogo Pediatra es fundamental. Es al oftalmólogo pediatra a quien podemos recurrir para mantener la salud de los niños y asegurarse de que tengan un crecimiento saludable.
¿Qué es un oftalmólogo pediátrico?
Si su niño tiene un problema con sus ojos o presenta problemas en el examen de la vista o tiene problemas de aprendizaje o dificultad al leer, o necesita cirugía o tratamiento médico para una condición que afecte a sus ojos, un oftalmólogo pediátrico tiene la experiencia y las calificaciones para tratarlo.
OPY- Oftalmólogos
Dra. Violeta Robredo Torres
Dr. Diego Solórzano Ugalde
– Cirujanos Oftalmólogos certificados por el Consejo Mexicano de Oftalmología.
– Sub especialistas en Retina, Vitreo, Segmento Anterior y Oftalmopediatría.
*Egresados del Instituto Conde de Valencia.
*IMO Instituto de Microcirugía Ocular.
Barcelona España.
Atención Adultos, niños y prematuros.
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Cirugía de Retina y Vítreo
15 años de experiencia en el tratamiento de enfermedades de la RETINA; médica y Quirúrgica.
Y cualquier patología ocular.
Hospital Faro del Mayab
Consultorio 804
Calle 24 s/n x 7 y 7A
Santa Gertrudis Copó
Citas: 999 195 2825
Urgencias: 554 525 4598
Dra. Elizabeth Esparza Aguiar
Cirujano Oftalmólogo
Alta especialidad en Oftalmología Pediátrica
Ced.Prof.7300758 Esp.9221125
Plaza Polanco 31 local 2
Tel 999 481 9244
Diego Antonio Solórzano Ugalde
Cirujano Oftalmólogo
Hospital Faro del Mayab
999 195 2825
Dr. José Luis Montoya
Cirujano Oftalmólogo
Calle 7 #310A entre calle 48 y 50, Frente al IMSS «La Ceiba» Colonia García Ginerés, Mérida
999 943 1433
Enfermedades oculares en niños
Importancia de los exámenes de detección de enfermedades oculares
Hay muchas afecciones y enfermedades oculares que pueden afectar la visión de los niños. Algunas de las más comunes se relacionan con los trastornos de alineación y las enfermedades oculares que se enumeran a continuación. El diagnóstico y tratamiento temprano son esenciales para manejar la salud ocular de sus hijos. Siga estas recomendaciones de detección para preservar la visión de los niños.
Trastornos de enfoque y alineación que afectan la visión
Si se sospecha cualquiera de las siguientes afecciones, el niño deberá ser examinado por un oftalmólogo.
Ambliopía
Qué es la Ambliopía: Este término significa mala visión promedio en uno de los ojos que no ha desarrollado visión normal (generalmente durante los primeros años de vida). Es lo que se conoce a veces con el nombre de “ojo perezoso”. Se presenta cuando la agudeza visual es mucho mejor en un ojo que en el otro. La ambliopía es común y afecta a dos o tres de cada 100 personas en los Estados Unidos.
Qué debe buscarse: La ambliopía puede ser resultado de un estrabismo (desalineación de los ojos). Un ojo puede mirar al frente mientras que el otro gira hacia adentro, hacia afuera, hacia arriba o hacia abajo. El ojo que gira puede hacerlo en forma constante u ocasional o intermitente. Las señales de los ojos mal alineados son “activadas y desactivadas” por el cerebro para evitar la doble visión, de manera que el niño utiliza únicamente el ojo con mejor visión. El estrabismo afecta a cerca del 4 por ciento de los niños en los Estados Unidos. La ambliopía también puede ser el resultado de otros problemas oculares distintos al estrabismo.
Qué hacer: Si parece que la visión en uno de los ojos del niño es significativamente mejor (o más débil) que en el otro, el niño debe ser examinado por un oftalmólogo pediatra.
Ptosis
La ptosis implica la caída de un párpado superior que cubre el ojo ya sea parcial o totalmente bloqueando así la visión.
Ojos de aspecto «nublado»
Si la superficie del ojo, que es normalmente transparente, se ve opaca, el niño puede tener una catarata o un trastorno ocular que requiere tratamiento.
Enfermedades y Afecciones Oculares Comunes en la Niñez
Cuando se sospechan las siguientes enfermedades, el niño debe ser examinado por un médico de atención primaria o un servicio de salud infantil, que co-administre la atención del niño con un oftalmólogo, de ser necesario.
Conjuntivitis (ojo rojo)La conjuntivitis puede referirse ya sea a una infección viral o bacteriana (ambas muy contagiosas) o a una reacción alérgica (no contagiosa).Qué debe buscarse:
- El ojo se ve rojo o rosa debido a inflamación de la conjuntiva, la membrana delgada que recubre el interior de los párpados y la parte blanca del ojo.
- El ojo llora, tiene flujo purulento o ambas cosas y, por lo general, presenta prurito y otras molestias.
- Cuando se debe a una infección viral, es posible que el niño tenga fiebre, dolor de garganta y flujo nasal.
Qué hacer: Si el niño tiene (o pudiera tener) ojo rosa contagioso, tendrá que quedarse en casa, no ir a la escuela, o debe volver a casa para no infectar a los otros niños. El ojo rosa contagioso generalmente se resuelve en tres a siete días. Cuando la lagrimación y el flujo ocular hayan cesado, el niño podrá regresar a la escuela.Para más información sobre cómo prevenir el contagio de la conjuntivitis en el aula de clase.Chalazión
El chalazión tiene apariencia de un pequeño bulto en el párpado y puede producirse cuando se tapona una glándula de Meibomio (una glándula del párpado que secreta aceite). No se produce por una infección.Orzuelo
Un orzuelo tiene apariencia rojiza, es un bulto doloroso cerca del borde del párpado; es producido por un folículo de pestaña infectado.Celulitis Preseptal u Orbital
La celulitis es una infección relacionada con un trauma, una infección de las vías respiratorias altas o una infección de los párpados.
Qué se debe buscar: Los tejidos alrededor del ojo se ven rojos e inflamados, y son dolorosos. La condición suele presentarse en un ojo, que puede estar inflamado y cerrado. El niño puede tener fiebre. La celulitis infecciosa orbital o preceptal más grave puede disminuir la visión, puede producir incapacidad de mover el ojo y el ojo se ve como si estuviera siendo presionado hacia afuera.
Qué se debe hacer: Ambas formas de celulitis son afecciones graves que requieren atención médica urgente. El niño debe ser llevado a un médico de atención primaria o a otro profesional de salud calificado que pueda comanejar el tratamiento del niño con un oftalmólogo.
Ducto lagrimal Tapado
Un ducto lagrimal tapado se produce cuando el sistema de drenaje lagrimal del ojo se obstruye parcial o totalmente. Las lágrimas no pueden drenarse en forma normal lo que hace que el ojo llore y se irrite o presente infección crónica.
Qué se debe buscar: Los síntomas de un ducto lagrimal tapado pueden incluir ojos llorosos o flujo de lágrimas.
Qué se debe hacer: Un bebé puede nacer con un ducto lagrimal tapado, sin embargo, esto suele resolverse sin tratamiento durante el primer año de vida. En algunos casos, su oftalmólogo pediatra puede recomendar técnicas de masaje especiales para abrir la membrana que cubre la apertura inferior hacia la nariz del bebé. El médico podrá mostrarle la forma de hacer correctamente este masaje.
Jugar en el mar o en la alberca puede poner en riesgo la salud visual de tu pequeño
En esta época de vacaciones es importante cuidar muchos aspectos de la salud de los niños y de toda la familia. Sabemos que debemos cuidarnos del sol y usar bloqueadores solares todos los días, incluso cuando no estamos en la playa, pero poco se sabe de los riegos del sol en la vista.
Que los niños utilicen lentes de sol no debe ser sólo una moda o un accesorio lindo para el verano. Éstos pueden protegerlos de cuerpos extraños, como la arena, la cual puede entrar en contacto con ojos de los más pequeños, y además pueden evitar patologías como la degeneración macular o las cataratas en el futuro, ya que, como señalan los expertos, la exposición ultravioleta es acumulativa tanto para la piel como para los ojos.
Lamentablemente, los lentes de sol no se pueden usar al nadar y los especialistas aseguran que aún sumergidos bajo el agua, a 50 centímetros de la superficie, los rayos de sol son igual de intensos, muchos niños juegan dentro del agua y sus ojos permanecen desprotegidos durante largos periodos de tiempo.
Por ello, recomiendan el uso de googles con sistema de protección UV y que tengan un sistema anti-empañado para prevenir daños en la salud ocular. Éstas los protegerán de las radiaciones solares pese a estar sumergidos; pero además, permiten que los gérmenes, las bacterias o los elementos químicos presentes en el agua no afecten al ojo y también ayudan a proteger los ojos de la sequedad, ya que el agua puede provocar que se resequen las mucosas y se desarrolle síntomas de ojo seco.
No olvides visitar al oftalmólogo pediatra cada 6 meses para evitar complicaciones en la salud visual de tu pequeño.
Consejos para padres con bebés ciegos
La educación de un niño ciego depende casi en un 90% de la actitud asumida por sus padres. Si eres mamá de un pequeño con problemas visuales, busca estimular sus sentidos desde que es un bebé, a continuación algunos consejos
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Enséñale a conocer su cuerpo
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Disfruta junto a él mientras da sus primeros pasos, cuida que no se caiga pero dale cierta libertad
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Estimula el sentido de la audición, así percibirá la cercanía mientras le hablas o la dirección de tu voz
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Fomenta el lenguaje gestual en el bebé: las sonrisas, el llanto, la risa
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Oriéntalo a conocer los objetos a través del tacto. Mientras lo alimentas puede coger el biberón, el chupete (chupón) o los cubiertos
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Muéstrale el nombre de los objetos que irá percibiendo a través del tacto
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Enséñale a pedir “pis” cuando esté en edad de hacerlo, también a cambiarse o desvestirse
Todos los niños tienen derecho a crecer en un ambiente armonioso y en el caso de los niños ciegos lo necesitan aún más. Las muestras de afecto junto al apego familiar son básicas para su desenvolvimiento social.
Si el blanco de uno o de ambos ojos de tu niño y el borde inferior de cualquiera de sus párpados están rojos, es posible que tenga conjuntivitis, también conocida como inflamación de la conjuntiv
Si el blanco de uno o de ambos ojos de tu niño y el borde inferior de cualquiera de sus párpados están rojos, es posible que tenga conjuntivitis, también conocida como inflamación de la conjuntiva.
La conjuntivitis aparece cuando una infección, un alérgeno o algún otro agente irritante inflama la membrana transparente que recubre el blanco de los ojos y el interior de los párpados (la conjuntiva). Mientras el organismo de tu niño esté tratando de combatir la infección, es posible que sus ojitos lagrimeen o se cubran de lagañas.
Es importante que la conjuntivitis se trate lo antes posible, así que ponte en contacto con el doctor de tu hijo en cuanto notes estos síntomas.
¿Cómo puedo saber cuál es la causa de la infección?
El médico examinará los ojitos de tu pequeño y te preguntará cuáles son sus síntomas. A continuación incluimos algunas causas posibles:
Un virus: si, además de la conjuntivitis, tu niño tiene síntomas de resfriado, es muy probable que la infección sea viral. Los virus son la causa más común de la conjuntivitis.
Una bacteria: si los ojitos de tu pequeño producen una secreción amarilla y espesa que hace que sus párpados se hinchen o se peguen, probablemente la conjuntivitis se deba a alguna de las bacterias estafilococo, estreptococo o haemophilus.
Un alérgeno: si notas que tu pequeño se frota mucho los ojitos y estos están hinchados, llorosos y rojos, y además le gotea la nariz, es posible que esté manifestando una reacción alérgica a un agente irritante como el polvo, el polen o el humo. Si bien las reacciones alérgicas no provienen de una infección, pueden derivar en una si tu hijito permanece expuesto al agente irritante que la genera.
¿Cómo puedo tratar la conjuntivitis?
El tratamiento dependerá del tipo de conjuntivitis que tenga:
Conjuntivitis viral
La conjuntivitis viral habitualmente desaparece por sí sola en aproximadamente una semana. El médico te recomendará que mantengas limpia la zona, lavando suavemente los ojitos con agua tibia y retirando la secreción seca. Si tu niño no mejora en dos semanas, infórmaselo a tu médico.
Si tu hijo tiene conjuntivitis viral o bacteriana, quizás se sienta aliviado con una compresa tibia. Simplemente moja un paño limpio en agua tibia y colócalo sobre sus ojitos mientras escucha música o un cuento.
Conjuntivitis bacteriana
Si la causa es una bacteria, el médico te recetará una pomada o gotas antibióticas para que las coloques en los ojitos de tu niño durante siete días aproximadamente. Quizás la pomada te resulte más fácil de aplicar que las gotas: lávate las manos, luego desliza el párpado inferior de tu bebé un poquito hacia abajo con suavidad y aplica una franja de pomada a lo largo del párpado (la pomada sale del tubo cuando presionas, así que solo necesitas buena puntería). Cuando tu niño parpadee, la pomada entrará en su ojito.
Si estás utilizando gotas, apunta el gotero hacia la comisura interna de su ojito. Posiblemente te resulte más fácil ponerle las gotas cuando el ojo se encuentre cerrado. Cuando tu pequeño abra el ojito, el medicamento se esparcirá.
Lava tus manos antes y después de aplicar la medicina a los ojitos de tu pequeño. Nunca compartas con nadie los medicamentos ni uses pomadas o gotas viejas: probablemente ya no estén estériles y podrían empeorar la infección.
Asegúrate de administrarle el tratamiento completo de antibióticos que le haya recetado el médico, incluso después de que los síntomas hayan desaparecido. De lo contrario, la infección podría reaparecer.
El médico seguramente te recomendará que le laves los ojitos a tu niño con agua tibia y retires suavemente la secreción seca, ya que la acumulación de secreción infectada puede disminuir la eficacia del antibiótico. Puede ser que tu hijito se sienta también aliviado si pones una compresa tibia sobre sus ojitos.
Advertencia: tanto la conjuntivitis bacteriana como la viral son extremadamente contagiosas. Para evitar la propagación de esta clase de infección, será necesario que te laves las manos cada vez que termines de curarle los ojitos a tu niño. Separa sus toallas, prendas de vestir y ropa de cama de las del resto de la familia, y lávalas con frecuencia.
Si tu niño va a una guardería infantil o a la escuela, deberás averiguar si las normas del lugar te permiten que lo envíes cuando aún tiene síntomas (algunos centros de cuidado infantil permiten que los niños regresen luego de 24 horas de tratamiento; otros, no aceptan la reincorporación hasta que la secreción ocular haya desaparecido por completo).
Conjuntivitis alérgica
Como la conjuntivitis alérgica es consecuencia de la exposición de tu niño a una substancia irritante, será necesario que identifiques el alérgeno y mantengas a tu pequeño alejado de él. Consulta nuestro artículo sobre alergias donde podrás obtener consejos acerca de cómo mantener tu casa libre de alérgenos.
Si los ojitos de tu niño le causan molestias, el doctor podría recomendarle gotas para los ojos para tratar la conjuntivitis alérgica. (Algunas de estas no deberán usarse por algunos días, es mejor que le pidas todos los detalles al médico o farmacéutico). Y si tu niño tiene otros síntomas de alergia, el médico podría recetarle un antihistamínico oral u otros medicamentos para las alergias.
Una compresa fría puede también aliviarlo un poco de la conjuntivitis alérgica.
Fuente: https://espanol.babycenter.com/a25007265/conjuntivitis-en-ni%C3%B1os-peque%C3%B1os#ixzz4oZInEElK
¿Cuándo debe usar lentes un niño?
La mala visión está ligada muy directamente con el fracaso escolar. En torno al 20% de los niños en edad escolar necesitan gafas y muchas veces los padres no lo saben o no lo quieren saber. Miopía, hipermetropía o incluso astigmatismo son algunos de los problemas de visión a los que se enfrentan algunos niños y que les obligan, de manera irremediable, a tener que llevar anteojos. Una situación que a algunos pequeños no afectará en absoluto y que a otros les causará un auténtico “trauma”. Por eso, si tu hijo se encuentra ahora en esa situación, es importante que le respaldes y apoyes para que ese cambio estético sea lo más sencillo y cómodo posible.
Descubrir si tu hijo tiene un problema de vista es muy complicado porque en edades tempranas los niños no saben cómo tienen que ver ni se comparan con sus compañeros. Lo ideal es, por lo tanto, llevarlos a un oftalmólogo pediatra para que revise que todo está correcto en cuanto a su visión.
En cualquier caso, hay muchos síntomas que te pueden ayudar a saber si tu hijo tiene problemas de visión, y te permiten estar alerta para visitar al oftalmólogo pediatra:
¿Mi hijo se salta palabras o frases al leer constantemente?
¿Mi hijo parpadea excesivamente, o guiña los ojos con frecuencia?
¿Mi hijo se acerca mucho al papel cuando escribe?
¿A mi hijo le pican los ojos o le duele la cabeza al salir del cole o al final del día?
¿Elude mi hijo los juegos al aire libre y los deportes?
Si tu hijo presenta alguno de estos síntomas es muy probable que requiera el uso de lentes y un oftalmólogo pediatra te lo podrán decir con exactitud. Normalmente, los papás “no quieren” que sus hijos necesiten gafas por dos motivos: primero porque no quieren que dependan de unas lentes toda la vida y por otra parte temen que el resto de niños les hagan burla.
Por una parte, los niños cuyos problemas de visión son corregidos tempranamente suelen tener menos problemas a lo largo de su vida, y por otra, los niños con problemas de visión se sienten mucho más seguros cuando llevan lentes. Además, estudios recientes demuestran que los niños creen que sus compañeros que llevan gafas son más inteligentes y honestos.
Eso sí, para que tu hijo esté contento de llevar gafas es necesario que les ayudes y muestres una actitud positiva acerca de ello, como mostrarle otros niños famosos con gafas, o familiares que tengan influencia sobre el niño y que también lleven gafas. Hay incluso cuentos para niños con gafas que destacan la importancia de llevar lentes para rendir mejor en la escuela.
Principales problemas oculares en niños
La visión de los niños, al igual que en otro tipo de problemas relacionados con la salud, va evolucionando con el tiempo. Es por esto por lo que la prevención es lo más importante para cuidar la vista de nuestros niños, y para ello, es importante saber detectar los defectos visuales y, en todo caso, acudir a tu clínica de oftalmología de confianza para pedir un diagnóstico.
¿CUÁNDO DEBE HACER UNA VISITA A SU CLÍNICA DE OFTALMOLOGÍA?
Como ya hemos dicho, la revisión de la vista de los niños debe de ser un proceso constante en el tiempo, porque más vale prevenir que curar. En cualquier caso, la visita al oftalmólogo es más importante aún si los padres o algún familiar cercano ha sufrido algún defecto visual.
Nada más nacer, se recomienda que el bebé haga su primera revisión durante el primer mes de vida, con el que podamos descartar problemas oculares y malformaciones.
Más tarde, entre los 6-7 meses de edad el niño debería volver a la clínica de oftalmología para diagnosticar si tiene estrabismo, del que hablaremos en el último apartado del artículo.
Cuando el niño llegue a cumplir los 18 meses, tendrá que acudir a su clínica de oftalmología pediátrica para comprobar si el niño sufre algún defecto refractivo.
Y ya por último, y pasados este primer año y medio de su vida, el niño tendrá que acudir al oftalmólogo cada 2 añospara una revisión ocular para comprobar el correcto desarrollo del niño.
Aun así, siempre será más que recomendable que siga las instrucciones de su oftalmólogo para hacer el seguimiento de la visión del niño.
¿CÓMO DETECTAR LOS PROBLEMAS OCULARES EN LOS NIÑOS?
Los niños que nacen con problemas oculares, suelen creer que el resto de niños ven igual que él, por lo que resulta muy difícil que sea el niño el que nos diga lo que le pasa. Aun así, existen distintos comportamientos que con solo fijarnos puede bastar para detectar sus problemas de visión, con los que percatarnos de que es recomendable pasarse por su clínica de oftalmología.
Durante los primeros años de edad:
- Tiene dificultad para enfocar la mirada, o no te mira a los ojos.
- Sensibilidad extrema a la luz (fotofobia).
- Hace movimientos extraños con los ojos o le tiemblan.
- Se frota con frecuencia los ojos.
Durante los 3 a los 6 años de edad:
- Se acerca mucho o se aleja del televisor o al papel.
- Entrecierra los ojos para enfocar mejor.
- Tiene dolores de cabeza cuando lee o se le cansan los ojos.
- Confunde las letras o las palabras y tiene problemas para ver la pizarra.
- Mala comprensión lectora.
Si has notado que tu hijo presenta alguno de estos problemas, le recomendamos que haga una visita a su clínica de oftalmología para que haga un diagnóstico y salga de dudas.
Como saber si mi hijo necesita lentes
A día de hoy con el avance en la tecnología los niños pasan gran parte del día frente a la televisión, jugando con vídeo juegos, o con el ordenador. Y fuerzan en gran medida a la vista. Lo que afecta hasta un 20% de niños en edad escolar, lo que desarrolla problemas como miopía, estrabismo, o hipermetropía. Detectarlo a tiempo es crucial. Pero los niños no tienen el conocimiento de saber si están viendo correctamente o no. Por lo que es necesario prestar especial atención a diversos síntomas o forma de actuar del niño en su día a día para darnos cuenta si presenta algún problema visual.
Pensar que la revisión visual es solo para adultos es caer en un error. Los niños también necesitan una revisión a partir de los 5 años de edad. Ten en cuenta que el aprendizaje de los niños, en gran parte, es por medio de la vista. Pues determinar a tiempo posibles problemas oculares es la clave.
Cinco síntomas para saber que mi hijo necesita gafas
Cuando los niños comienzan su etapa escolar es cuando se acrecienta estos síntomas. Pues pueden presentar dificultades en su aprendizaje y presentar falta de atención a las actividades cotidianas y escolares como pintar, leer, dibujar o escribir. Sin percatarse que se debe a una falta de visión. Por lo que se recomienda prestar especial atención a los siguientes síntomas:
- Ladea la cabeza para leer o escribir.
- Acerca mucho los objetos, libros o cuaderno a los ojos cuando lee o escribe.
- Entrecierra y/o parpadea excesivamente los ojos.
- Picor excesivo y constantemente se frota los ojos.
- Dolor de cabeza y cansancio, sobre todo al salir de clases.
En el IOAmigó empleamos test adaptados para niños. Con formas y colores, para que el niño se sienta cómodo y le resulte atractivo, mostrándose receptivo y facilitando el examen visual. De esa forma corregir cuanto antes cualquier problema ocular encontrado.