El cáncer de colon, también conocido como cáncer de intestino grueso o colorrectal, es un atípico cáncer pediátrico. Los tumores se encuentran generalmente en el lado derecho del colon para un niño, lo que la mayoría de las veces resulta en síntomas más leves.

Las tasas de curación son más altas en niños si se diagnosticó inicialmente durante las primeras etapas de la enfermedad. Por ello, los antecedentes familiares y la conciencia de los síntomas, así como realizar exámenes de detección son medidas de precaución a tomar para niños con predisposición al cáncer colorrectal.

Atípico y agresivo

Los países occidentales presentan alrededor de 300.000 a 1,5 millones de niños diagnosticados con cáncer colorrectal. El cáncer colorrectal es altamente tratable si se detecta a tiempo, sin embargo, la detección temprana en niños y en adultos con esta condición es excepcionalmente difícil de lograr. No todas las pruebas de búsqueda utilizadas en el diagnóstico de adultos son factibles con los niños. Los tumores de cáncer colorrectal tienen un comportamiento agresivo de crecimiento en los niños, en comparación con los adultos, el pronóstico empeora cuando se junta con retraso en el diagnóstico y tratamiento. Los factores de predisposición genética se relacionan a la mayoría de estos tumores colorrectales en niños. Por lo tanto, los médicos que aumentan supervisión de estos niños pueden mejorar el pronóstico general.

Historial familiar

Ya que la aparición de niños diagnosticados con esta enfermedad es poco probable, los médicos rara vez sospechan. Sin embargo, los investigadores sugieren que los médicos deberían estar más atentos a los niños que presenten sangrado rectal o un historial familiar de cáncer (síndrome de cáncer familiar), como el de mama, cáncer de endometrio, de ovario o de próstata. Además, el Kravarusic et al. señala que los niños con predisposición genética para el desarrollo de «poliposis adenomatosa, síndrome de poliposis juvenil y síndrome de Peutz-Jeghers» presentan susceptibilidad para el cáncer colorrectal, por lo tanto, requieren una mayor supervisión de sus médicos. Si bien muchos pólipos son benignos, pueden ser precursores del cáncer.

Sintomas

El cáncer colorrectal puede crecer durante años y mantenerse asintomático, lo que hace extremadamente difícil la detección en las primeras etapas si se depende de los síntomas por sí solos. Cuando un niño llega a ser sintomático, varios síntomas pueden estar presentes. Algunos de los que experimentan son: estreñimiento, heces anormalmente delgadas, con el grosor de un lápiz (causado por una obstrucción de colon o del recto), calambres abdominales bajos, sangre en las heces (hematoquezia), pérdida inexplicable de peso, náuseas y vómitos, gases, hinchazón y fatiga constante.

Exámenes

Puesto que las señales tienden a ser asintomáticas, los investigadores sugieren a los médicos realizar exámenes de rutina para niños con predisposición al cáncer colorrectal como una forma de aumentar el pronóstico general. Las heces pueden ser examinadas, se puede realizar un enema de bario, una colonoscopia, sigmoidoscopia o incluso una colonoscopia virtual. Sobre cualquier examen, un análisis de tejidos mediante laboratorio en última instancia determina si existe o no cáncer. Por lo tanto, una biopsia de células, líquido o tejido del colon debe tomarse y ser examinada para determinar si hay presencia de cáncer.

Evita el retraso en el diagnóstico

Pérdidas y retraso en el diagnóstico del colon están entre algunas de las demandas por negligencia médica más comunes. Por lo tanto, los padres deben obtener una copia de los exámenes y asegurarse de que las citas médicas necesarias han sido programadas. Si las citas más cruciales con el médico no pueden ser programadas pronto, visita otro médico. Las diferencias en las recomendaciones del primer y el segundo médico requieren ser explicadas. Lo más importante es escuchar a tu intuición y obtener una segunda opinión de otros médicos, si eso es lo que tu instinto te dice.